Política y Corrupción. Comentario a carta de Ricardo Claro El Merc 30 julio

Considero adecuado precisar que la nefasta corrupción no es solamente producto de países con algún desorden en lo político. La corrupción impera en regímenes totalitarios, claro ejemplo fue la Rusia Soviética y, más aún en las dictaduras. No ejemplarizo pues asumo la cultura y conocimientos de los corresponsales y por no ser el tema de fondo.
Más que caos político considero que vivimos una falta de Política. No aparecen principios doctrinarios básicos socializables en el cotidiano hacer de los dirigentes políticos. Son meras agrupaciones instrumentales. Los parlamentarios actúan por reacción. Es vergonzante verlos aparecer ante cualquier situación mediática que nunca les preocupó o que afectan a sectores de poder que defienden a ultranza. Si todas las encuestan señalan a los políticos como el sector peor calificado de la sociedad, ¿Qué podemos esperar?
La enumeración de las variopintas y muy conocidas acciones ilícitas en la nota del señor Claro – y que dejó muchas en el tintero – son las argumentaciones iniciales y también las de cierre del 99 % de las discusiones que se generan en Chile. No importa que el tema sea meteorológico, de defensa, deportivo, modas, educación, poderes fácticos, hípica, todo se centra en lenguajes agresivos, prepotentes, descalificadores y, generalmente, falsos. Esto, sin duda alguna, contribuye poderosamente al clima que se desea imponer para llegar a una verdadera ingobernabilidad, ingobernabilidad que tan siniestros recuerdos nos trae aquella larga y maquiavélicamente creada para los chilenos.
Las últimas incorrecciones, posibles delitos, de primeros actores del sector empresarial, tienen un grado de diferencia con las corrupciones descritas por el señor Claro. En estas, donde exista un corrupto, obligatoriamente debe haber un corruptor del que nunca se habla. En lo sancionado por la SVS, hay solamente confabulados corruptos.
Como se concluye de la nota, no hay para donde mirar. Pero estamos a tiempo de corregirnos moralmente….si nos lo proponemos firmemente.