jueves, julio 17, 2008

Productores Lecheros Chilotes (Publicado en El Insular)

El Negro Presente y Oscuro Futuro de los Productores Lecheros de Chiloé

Los productores lecheros de la Isla, no han sido afortunados con su fuente de ingreso. Las políticas económicas que se hicieron fuertes en los años ochenta, fueron bajando el precio por litro en directo beneficio de las plantas elaboradoras de productos lácteos. El precio recibido hoy, es el mismo, con los reajustes pertinentes de la moneda, que se recibía en los ochenta.
Como estaba Chilolac, se podría haber entendido que las mayores utilidades de las plantas, compensaban esas bajas del precio. Pero no era así.
Por su esquema, las cooperativas están propensas a ser dirigidas por personas de buena voluntad, pero, siendo respetables y apreciadas por sus amigos, carecen de los conocimientos necesarios para manejar empresas medianas o grandes.
La carencia de conocimientos de administración permite el descontrol administrativo, negocios por amistad y sin los resguardos del caso, actividades relacionadas ejecutadas por personal, consejeros o ejecutivos de las propias cooperativas, contratación de personal en exceso, sueldos fijados más por amistad o compadrazgo que por capacidad. En fin. Chile está lleno de ejemplos de los fracasos de cooperativas de todo orden.
Por otra parte existen cooperativas que han logrado romper el tremendo fardo de las administraciones de socios simpáticos o convencedores, para transformarse en grandes y buenos negocios. Cals, Cooprinsem, Calo, Habitacoop, son ejemplos conocidos, de rubros diferentes, que alcanzaron éxito en sus gestiones. Lamentablemente Chilolac no logró estar en esa selecta lista.
Perjudicando más aún a los productores lecheros chilotes, la quiebra de Chilolac, que afortunadamente se logró con continuidad de giro y no como se pretendió con un proyecto “salvador” por parte de los mismos actores que sepultaron a la cooperativa, significó que los cooperados quedaran en la más absoluta indefensión ante los acreedores, pese a que, hasta la fecha Chilolac como cooperativa, y su Consejo de Administración, están legalmente vigentes. ¿Y el Departamento de Cooperativas, se preguntará usted? Ahí está. Muy bien, gracias. Esta indefensión significó el último zarpazo a los cooperados, cuando se produce un enredo legal que originó el cambio de Síndico, significando esto que no se cancelara la producción entregada en enero del 2007, lo que sumado al no pago de Noviembre y Diciembre del 2006 se tradujo en que los productores socios perdieran la cuarta parte del ingreso de un año y en los meses de mayor producción. El consuelo es que desde Febrero del 2007 se ha cancelado la producción entregada, en forma normal y con precios que han ido acercándose al precio de la zona.
Ahora bien. ¿Están salvados los productores lecheros? ¿El precio actual – que es similar al que se pagaba los años ochenta – es bueno? NO. ROTUNDAMENTE NO.
La razón es que el precio de los ochenta era con costos muchísimos más bajos. En otras palabras, la relación costo/beneficio era tremendamente menor por las incidencias de concentrados y fertilizantes en la producción lechera.
El superfosfato triple ha aumentado, en los últimos seis meses, más de un 130 %. La urea, comparando meses de junio 2007 y 2008 aumentó un 110%. No hace falta detallar las alzas de los concentrados, todos la sufren mes a mes. El correcto cálculo de costos para producir leche, señala claramente una pérdida importante por cada litro de leche entregado a las plantas.
La dañina presión ejercida por los exportadores, incluyendo las plantas lecheras, para que el Estado interviniera el precio del dólar y con esto lograr más pesos por cada kilo de queso o caja de fruta exportados, significó a la vez, se usara como argumento principal, para las tremendas alzas de abonos y alimentos concentrados, fuera de los ya casi cincuenta pesos más por litro de combustible que se paga ahora, desde la intervenida alza del dólar.
Lamentablemente los productores lecheros somos el jamón del sándwich, especialmente por que la política económica del Gobierno es errática y actúa por reacción a las presiones de quienes tienen capacidad para ello. Bloquear carreteras, cortar los abastecimientos, como lo hace el empresariado del transporte o amenazar con tremendas cesantías como lo hacen los empresarios exportadores, llevan a un Gobierno timorato a tomar decisiones que, con aparentes medidas tranquilizadoras, dañan irreparablemente a los productores. No se confunda productores con industriales o comerciantes ya que los primeros son los que compran la producción, la elaboran y/o transforman, como las plantas lecheras y los segundos simplemente venden en el extranjero lo que compran en el país, las frutas, por ejemplo.
No sería correcto desconocer que, por otra parte, el Gobierno trata de enmendar los desequilibrios que sus medidas producen. El caso de las bonificaciones que entrega INDAP, es lo más demostrativo de esa política. Igualmente los esfuerzos del SAG van en esa dirección. Los créditos a tres meses sin intereses y a un año con un muy bajo interés que ofrecen algunas empresas comerciales para los productores agrícolas, se encuentran bonificados y avalados por el Estado, lo que, indudablemente es una ayuda. Pero no es esa la manera que los productores espiran para planificar sus labores.
No se puede planificar pensando en cuánto me bonificarán el abono, ¿me alcanzará la bonificación si este sube día a día? ¿Tendré derecho a ese crédito bonificado?

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