domingo, julio 27, 2008

Como Deberíamos Actuar Para Una Sociedad Más Equitativa Publicada en El Insular

Se dice que “un mercado competitivo es un instrumento eficaz para conseguir objetivos de justicia social, como son: moderar la excesiva ganancia de las empresas”, ¿Tenemos un mercado competitivo en Chile al tenor de las insólitas ganancias del incontrolado sector bancario?
“Dice relación, esencialmente, con que las partes en cada contrato o transacción actúen de buena fe, con rectitud y honestidad. Por tanto, la justicia es intrínseca a un buen mercado. Sólo así está al servicio de la persona humana y de la sociedad” manifiestan con mucha soltura desde los grupos de poder. ¿Tenemos justicia ordinaria, cuando se debe recurrir al Tribunal Constitucional para equilibrar un contrato, como es el caso reciente con una Isapre?
Si el mercado funcionara como debiera, de buena fe, con rectitud y honestidad, ¿Serían necesarias las mediáticas e indolentes Superintendencias de esto y aquello?
La Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras comprobadamente hace la vista gorda sobre los cobros irracionales – para el cliente – de los bancos a cuenta correntistas. ¡Si hasta la publicidad de un nuevo banco lo remarca!
La Superintendencia de Salud defendió la posición de una Isapre cuestionada, en circunstancias que el contrato entre las partes no mantenía la condición de equidad para la reclamante.
La Superintendencia de Valores y Seguros se destaca, y merecidamente, cuando, con exuberante publicidad, destapa ollas malolientes de negociados de lo más granado de los grupos económicos y de políticos pero mantiene una desdeñosa actitud y entra en complicidad con las compañías de seguros cuando el reclamante es un simple ciudadano, que no por simple deja de tener todos los legítimos derechos que le competen como tal.
El Departamento de Cooperativas del Ministerio de Economía deja en la más completa indefensión a cooperados que enfrentan situaciones conflictivas. Muy de cerca hemos visto este accionar en nuestra Isla ante la quiebra de Chilolac en donde hay varias preguntas para aclarar referidas a las garantías hipotecarias exhibidas por el BCI, por ejemplo.
Una norma básica del libre mercado para ser justo, es la igualdad entre todos los actores. ¿Es realmente constitucional la rebaja del I. E. al petróleo para los empresarios del transporte? ¿No se vulnera la transparencia de un mercado libre cuando se presiona por medidas de control estatista, como ha sido el manejo del precio del dólar para favorecer un sector empresarial perjudicando al resto de los sectores productivos del país?


Desde su implantación con Pinochet, hasta la fecha, nunca ha existido un libre mercado real, eficiente pues siempre estamos mirando al Estado para que acomode la economía al gusto de los sectores más poderosos. No olvidemos que por algo “los empresarios (derecha) aman a Lagos (izquierda)”
Ante estas situaciones ¿Qué corresponde hacer como ciudadanos?
Difícil de dar una respuesta. Todos miramos a nuestras propias conveniencias. Nuestros compromisos políticos, aunque sean de simple simpatía. Nuestros intereses comerciales. No nos permitimos pensar que este accionar, como todos lo hacemos igual, finalmente perjudica a quienes no tenemos más poder que el inmenso y desaprovechado de nuestra conciencia y la capacidad de hacer valer, ordenada, y respetuosamente en donde corresponda, estos derechos, que nos son propios.
A nada conduce levantar banderas sobre tal o cual problema personal, sindical, empresarial, comunitario o nacional si utilizamos argumentos falsos, errados, sin sustento real o que, como es ya una costumbre, usamos medios de fuerza al cruzar camiones en los caminos, amenazar con dejar miles de cesantes, tomas y dejar de prestar servicios imprescindibles y que ocasionan daños al resto de a comunidad. La capacidad de llegar a instancias resolutivas, para establecer documentados compromisos que deben trascender de inmediato a la opinión pública, es algo que debe dar buenos resultados. Cuando en un diálogo se agrede a quien comparte ese diálogo, la noticia se centra en la agresión y no en el haber fracaso en el intento de solución, Cuando enfrentamos una instancia de conversación, si nuestros argumentos están equivocados, perderemos el tiempo y quedaremos en mala posición futura. Debemos entrar a dialogar con sólidos, aterrizados y reales argumentos. Debemos, igualmente, estar dispuestos a escuchar a quien está al otro lado de la mesa. Es ilógico pretender que sean aceptados nuestros argumentos, si no tenemos la capacidad de aceptar argumentaciones de la otra parte.
Es lamentable escribirlo, pero es una realidad que nos perjudica. Me refiero a los políticos de todos los colores, conglomerados, facciones, que solo viven preocupados de atraer a sus remolinos absorbentes a cuanto incautos crédulo se cruza en su camino. Sus cotidianas y oportunistas apariciones mediáticas solo sirven para comprobar como se insultan y acusan entre ellos. Como se cambian de pinta, color o conglomerado de acuerdo a sus pequeñas y miserables conveniencias. Ante cada situación ciudadana difícil o conflictiva, aparecen cual mariposas a la luz de los focos televisivos. Critican y proponen soluciones que saben no son capaces de cumplir. ¿Qué hacemos? Todos debemos estrujar nuestros magines y decidir una acción fuerte, solidaria eficiente y aterrizada

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