La declaración que origina estos comentarios nada quita ni pone a la falta de honestidad cometida por empingorotados miembros del poder económico y estrechamente vinculados al firmante. Ensalzar el cumplimiento de lo que le compete a la SVS suena a una infantil arreglada de la camisa después del partido de fútbol en el recreo para volver a la sala presentadito.
Sin duda para la sociedad toda es beneficiosa la acción emprendida por la SVS, especialmente cuando, aparentemente, existen personajes que no escarmientan, pese al caso Chispas, Yurasek y Lan, Piñera. Pudiera ser que lo rápido del olvido de estos negociados, que ahora tienen a esos avispados (usted póngale el calificativo que sea más certero) operadores en muy elevadas posiciones del poder empresarial, inspiraran a estos nuevos avispados a cometer lo que hoy es sancionado por la SVS.
Estas mediáticas - y muy convenientes – acciones de la SVS, contrastan con la absoluta indolencia con que actúa en casos de simples ciudadanos que denuncian acciones dolosas de compañías de seguros. Años pasan en que la SVS hace caso omiso de confesadas acciones esquilmadoras de aseguradoras en contra de simples y poco figurones ciudadanos. Si actuara como corresponde y cumpliera adecuadamente sus obligaciones que le dan origen la SVS, en estos casos, no obtendría ni una sola nota periodística. Solo tendría que exigir la corrección del mal intencionado accionar, ordenando la devolución de lo dolosamente cobrado al asegurado y, lo que es de suma importancia, sancionando con la misma severidad que hoy tanto se vanagloria, a la aseguradora confesadamente culpable.
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