domingo, julio 20, 2008

Melnick y Tolerancia Cero

Estimo que un programa como Tolerancia Cero debe tener panelistas muy bien informados, con buena memoria, tolerantes y con cultura general acorde al respeto que se debe a los televidentes y con un buen grado de simpatía para tratar temas importantes en forma coloquial. El balance en la forma, estimo es más importante que el balance político. El recordado A Esta hora se Improvisa reunía esas características y nos trae gratos recuerdos. Lo confrontacional que trajo Melnick, con una futurología generalmente errada, su permanente negatividad, su irrespetuosa manera, rayana en la mala educación, opacaban sus conocimientos profesionales de economía, aunque los trajera copiados. Sus recuerdos del pasado, terminaban en septiembre del 73. La admiración que manifestaba por su empleador, lindaba en el servilismo. Me asiste la idea que su renuncia se ha debido a que no se sintió capaz de responder las preguntas que le habrían hecho este domingo sobre el actuar de los grupos económicos que han desatado el escándalo de traicionar la fe pública y de accionistas, utilizando para su personal beneficio las informaciones privilegiadas. No olvidemos con cuanta inquina denostaba los malos manejos de empresas del estado. Se solazaba con estos censurables actos, en que la mayoría de las veces eran pésimas administraciones. En el caso de miembros destacados del empresariado nacional y personas profundamente admiradas por Melnick que se están siendo enjuiciadas y pasando a la justicia, se trata de actos francamente condenables pues engañan a inversionista, muchas veces pequeños, que confían en la honestidad tan cacareada de los privados. Melnick no se sintió capaz de enfrentar las cámaras con esta tremenda “caída” de sus ardorosamente defendidos “generadores de empleo y riquezas”
Por último, el señor Paulsen no se retiró del programa. Fue a estudiar a una gran y exclusiva Universidad Norteamericana, lo que ojalá hicieran muchos otros periodistas y panelistas. Sin duda acrecentó sus conocimientos profesionales mucho más que saber Tarot. En cuanto que Melnick sea un intelectual, francamente “no da el ancho”

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