lunes, julio 07, 2008

El Monopolio de la Fuerza en los Estados

Cuando los poderes de facto empiezan o tratan de sobrepasar los poderes que conforman un Estado democrático, este hace uso de la fuerza de las armas que ha encargado manejar a sus ejércitos. Si el Estado no logra mantener la protección de sus ciudadanos, aunque sea en parte de su territorio por acciones de fuerza de grupos nacionales o extranjeros, entra en una incapacidad de poder, no cumple el mandato constitucional, queda a merced de actores que no domina, que no acatan las normas de convivencia ciudadana. Deja indefenso a parte de sus ciudadanos. No tiene el monopolio de la fuerza (armada) que le corresponde al fin protector. No está completo como Estado democrático. Debe hacer uso de acciones especiales o de emergencia que conllevan a restricciones de las libertades y derechos ciudadanos.
Creo entender ese es el tema que ha desarrollado el Profesor Peña.
Como dice el señor Muñoz – recordando un decir – la ignorancia es audaz. Séame permitido hacer una salvedad al dicho y es que siempre este se ha considerado como referido a la audacia, al atrevimiento ofensivo, no a esa audacia en lo imaginativo, al atrevimiento osado en pos de ideales o metas difíciles. Aquí tenemos la audacia o atrevimiento francamente ofensivo producto de ignorancias, que más destacan al tenor de exposiciones concordantes o discordantes con el planteamiento del Profesor Peña, que tienen lucidez argumental y que cumplen con el objetivo de estos posteos al entregar opiniones diversas, tan diversas como son las mentes humanas.
Sin duda que existen otras fuerzas, algunas tremendamente negativas, que influyen en la marcha de una democracia, pero, me parece, ese es tema de otra cátedra.

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