Poder Judicial Fiscal Torres

Variado ha resultado este posteo con derivaciones a Codelco Y Defensa. Una señora posteadora – que reconozco por sus opiniones categóricamente entintadas de una posición política – muy respetable, por cierto – escribe sobre la “persecución” al Ex Fiscal militar, Genera (J) Torres. Sin dudarlo y pese a su anexado planeamiento, demuestra lo errático, incongruente y poco convincente del Poder Judicial. La “persecución” acusada por la distinguida posteadora ha sido un lato ejercicio judicial en que se han agotada todas las instancias de un justo juicio. Nada podría objetarse al cumplimiento agotador, pero judicialmente correcto. Pero, y este sería el meollo de lo propuesto como blog, el Poder Judicial solo en muy excepcionales casos, especialmente cuando se trata de las investigaciones por sucesos acaecidos durante el Gobierno de Pinochet (omito concientemente la palabra crímenes) actúa con tal celo y prolijidad. Curiosamente hoy aparece una noticia con la preocupación del Poder Judicial por las elegantes y cómodas condiciones en que los condenados por casos del tenor de los del encausado Torres, cumplen detenciones y condenas. Con esto se puede concluir que – tanto el Poder Judicial como el Poder Ejecutivo - usan diferentes calibres para ejecutar misiones de juzgamiento, condena y cumplimiento de ellas. Se manifiesta, sin pudor alguno por parte de Jueces y Ministros, que el Poder Judicial es un ente a quién no se debe criticar – ni de parte de sus propios pares- como ha ocurrido muy recientemente. ¿Quién les ha dado ese poder absoluto? ¿Quién, sino la ciudadanía tiene el legítimo derecho, con el respeto que todo ciudadano merece y sin caer en falsedades y mezquinas venganzas, a criticarlos y representarles sus inmoralidades? Es cierto que cumplen con leyes y códigos generados por el Poder Legislativo, pero – generalmente cuando esto argumentan - olvidan decir que tienen la facultad interpretativa. Si así no fuera, cualquier ciudadano podría juzgar leyendo y aplicando a la letra lo legislado al respecto, cual niño explorador con el Manual del Cortapalos, y los Abogados no tendrían que ubicar las Salas que convienen a sus causas.