Victor Farias el eterno denostador del Presidente Allende

Está siendo común el aprovechar la libertad de expresión y la oportunidad que brindan al simple ciudadano, las Cartas al Director de los medios periodísticos, para lograr ver escrito en un periódico el propio nombre del corresponsal. Esto tiene, al parecer, especial importancia para quienes no logran el sentirse destacados en sus labores. Para estimarse considerados, y a falta de argumentos importantes o doctos o de simple interés público, se usa el artilugio de entregar antecedentes truncos, falseados o tergiversados con referencia a una autoridad, un personaje de destacada figuración pública, un parlamentario o cualquier personaje que permita concitar la atención sobre lo que de él se diga.
El Presidente Allende, al igual que todos los Gobernantes de este país, será recordado siempre pues han escrito la historia chilena. Si alguien necesita sentirse conocido más allá de su limitado círculo familiar o laboral, especialmente si no destaca en este último, tiene la posibilidad de, bajo pseudos estudios o precarias investigaciones, denostar a quien se le antoje, principalmente si no pueden defenderse. Las reacciones que estas pilatunadas generan, especialmente entre quienes no las soportan, causan el goce del que siente que algunas personas los consideran aun que sea solo para demostrarle sus sandeces. Se dan por satisfechos. ¡Qué pena que dan!