Otra de la Libertad de Expresión La Nación

¿Es libertad de expresión el pedir que se cierre un periódico porque no coincidimos con sus titulares? Si fueran falsos, estos titulares, habría que demandarlos.
Existe un programa en la televisión que trata sobre la actualidad política. Inicialmente lo miraba con atención pues mantenía un buen equilibrio y grato respeto en las divergentes opiniones de sus panelista. Lamentablemente llegó – hace ya un tiempo – un personaje de talibanística barba y abadesa gordura cuyas apocalípticas e irrespetuosas intervenciones solo se atemperaban con la presencia del dueño del canal y ante al cual se aparecía el yesman que es. Pese a realizar un gran esfuerzo, mi tolerancia llegó a cero y, simplemente dejé de ver el programa.
Lo mismo me ocurrió con uno de los diarios de una cadena periodística que permitía tener informaciones algo entrada la mañana pues traía las últimas noticias. Con el tiempo – y seguramente por sesudos análisis económicos de mercado – sus dueños lo derivaron a ser el resumidero de lo que hoy se conoce como la farándula y que en mis tiempos se llamaba el coventilleo del espectáculo. Simplemente dejé de leerlo. Así de simple.