¡Qué horror! ¡Niñas menores de 14 años recurriendo a un Médico en un servicio de Salud Estatal sin sus padres para ver si es necesaria la PDD pues ha tenido ha fornicado irresponsablemente y no tiene dinero para adquirirla en la farmacia del barrio! ¿Tanta promiscuidad nos entrega este Gobierno? ¿O será que olvidamos que esta niña tampoco hizo saber a sus padres de su acción sexual? Reconozcamos de una buena vez que somos los padres – por no haber sabido educar adecuadamente a nuestras hijas – los que hacemos necesaria la visita al Consultorio de esa niña terriblemente asustada por su futuro y sin los medios para adquirir la PDD.
No dramatizo pensando en tanta mujer muy modesta violada salvajemente en los siniestros pasajes de poblaciones en que reina la droga y sus productos criminales, los drogadictos. Eso queda cargado en la conciencia de quienes son dueños de las decisiones de sus feligresías, feligresías que tiene la posibilidad cierta de ir a la farmacia a comprar la PDD.
Y la pregunta del millón ¿Pro que el TC no prohibió la venta de la PDD? ¿O piensan que solamente las mujeres modestas o violadas, están sujetas al pecado? Que diosito nos pille confesado ante tan especiales Obispos, Ministros y cuanto golpeador de pecho discriminador ha salido a la luz pública por la PDD.
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