sábado, abril 05, 2008

La PDD y la insólita actuación del Mentado Tribunal Constitucinal

Dos observaciones. La primera relacionada con el tema de la carta, sobre la cual deberían ser los comentarios. Los señores Bertelsen y Navarro, al inicio del procedimiento dejaron constancia que anteriores actos de ambos “podrían ser constitutivos de implicancia para conocer y decidir el requerimiento de autos” En otras palabras el tema era controvertido. Sin embargo, solamente el señor Navarro actuó conforme al básico principio moral: “en la duda abstente” y no concurrió con su decisión sobre algo que ya había decidido. Esto aquí y en la quebrada del ají se conoce como honestidad profesional, o mejor aún, como simple honestidad. Las leguleyadas para justificar trasgresiones a principio básicos de ética y moral, podrán llenar páginas, pero la acción del señor Bertelsen y del Consejo la hemos comprobado con claridad meridiana todos los chilenos y nos hemos formado la opinión que corresponde.
La segunda observación y que planteo con el aval de un altísimo porcentaje de posteros que han derivado al problema de la PDD - más importante que la acción del señor Bertelsen – es mi profunda extrañeza a que NADIE se refiera a que la PDD no sería necesaria si hubiéremos educado adecuadamente a nuestras hijas para que no fornicaran (fornicar verbo usado en el catecismo católico con el que me enseñaron sus principios) irresponsablemente. Curiosamente, se clama al Cielo y se obliga a las menores a ir acompañadas de nosotros, sus padres, a COMPRAR la PDD (si no hay dinero, fregó, nomás), en circunstancias que no las acompañamos ni autorizamos su relación sexual que ahora hace necesaria la píldora.
Y los caballeros que esto deciden (sin mucho apego a la ética, conforme al comportamiento comparativo de sus propios integrantes) están por sobre el Estado, las disposiciones legales, y lo que es más dramático por sobre las conciencias – que el Dios de los católicos creó individuales para juzgarlas individualmente – de cada ser pensante ¿O ya no lo somos? Así como tuvimos “democracia protegida” hoy se nos impone a los chilenos la obligación de aceptar “la conciencia protegida”

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