domingo, marzo 16, 2008

El Dólar y El Libre Mercado

A los planteamientos expuestos por los señores Elgueta y Pavez, cabría aportar que el sistema económico actual fue impuesto con sangre, sudor y lágrimas- principalmente sangre y lágrimas – con el irrestricto apoyo de quienes hoy reniegan de sus principios básicos: el libre mercado y la no intervención estatal. A la libre importación, y que llorábamos como el fin de la industria nacional - ¿O no señores? – se nos respondía que teníamos que aceptar que solo quedarían aquellos que estuvieran con ventajas comparativas en el mercado nacional e internacional. ¿Se nos olvida el “cómanse las vacas” o la otra frase para el bronce “me alegra saber que están quebrando los ineficientes”? ¿Qué pasaría si el mismo personaje les dijera “cómanse sus frutas”?
El editorial si que tiene un sibilino lenguaje. “buena parte del sector productivo” sería el perjudicado. “expectativas de los consumidores de adquirir productos importados a menor precio” Con esto se introduce en las mentes de muchos, ya lo vemos en este blog, la idea de la señora encargando perfumes, el caballero adquiriendo autos, los importadores llenándonos de baratijas de China, Corea, India, etc. Mientras el productor frutícola, que sería la buena parte del sector productivo, va a la quiebra.
Lo que poco se remarca y que los exportadores agrícolas callan, es la incidencia de fletes y seguros, repuestos, combustibles, químicos, transportes con que son ampliamente beneficiados por el dólar en su valor real. Beneficios que recaen en todos los chilenos. Centremos el problema y recordemos que estamos bailando el disco que nosotros mismos pusimos.
El pensar que China nos subirá los precios, es recaer en el mismo error. China para vendernos tiene que tener ventajas comparativas, pues si se sale del marco, aparecen los coreanos, los hindúes y muchos otros países están entrando a los mercados con mucha fuerza y pocos llantos.
Mientras las exportaciones no tengan un valor agregado importante, se competirá con muchos países – al que también les pagan en depreciados dólares – y serán los compradores los que pongan el precio, inapelablemente. Y esto es igualmente válido para nuestro cobre.

No hay comentarios.: