martes, septiembre 23, 2008

Se Logró la Libertad de Chile con la Razón y la Fuerza El Insular 17 Septiembre 2008

“La constitución de los gobiernos de América está en su ser. No se nos ha dado orden para que la alteremos. No se nos ha dicho que podemos gobernarnos por nosotros mismos y a nuestro arbitrio; antes bien, sabemos que la junta que representa la autoridad del monarca ha dado sus órdenes, ha elegido y autorizado al jefe que debe venir a gobernarnos. Pensar, pues, en resistir a estas ordenes, es querer resistir a la ordenación, (al orden) como lo dice el apóstol: Qui protestatit resistit, Dei ordenaciones resistit (el que resiste el poder resiste las ordenes de Dios.) En España no hay otra autoridad que la junta reconocida por la nación y que nos ha dado la Providencia. Decid claro que no queréis sujetaros, ni obedecer el precepto de Dios, que no queréis obedecer la potestad de los reyes de España que Dios nos dio desde la conquista y que nos ha conservado misericordiosamente; decid que pensáis gobernaros mejor por vosotros mismos que por la potestad de lo alto, y entonces no os admiréis de que declaremos por los púlpitos contra una desobediencia tan escandalosa, contra una soberbia tan luciferina y con una ambición tan funesta que no solo degrada a nuestro reino del concepto fiel, obediente y sumiso en que lo han tenido las naciones, sino que excita la justicia de Dios a que descargue sobre nosotros todos sus rayos y anatemas” Estas fueron las palabras de la prédica del padre fray José María Romo, el día 29 de Agosto de 1810 en la Iglesia de la Merced. Fray Fernando Guerrero el domingo 12 de Agosto llamó “traidores, ambiciosos, e inspirados por móviles mezquinos y de interés personal a los que pretendían establecer una junta gubernativa”. En otra prédica el Padre Romo anunciaba al pueblo, robos, saqueos y asesinatos como consecuencia de cualquier innovación del gobierno. Sin duda este cura fue el que inició la ya conocida “campaña del terror”.
Podemos situarnos en el ambiente que debieron desarrollar sus ideas los patriotas que luchaban por la independencia de Chile. No olvidemos que la enseñanza religiosa se fundamentaba en un insoslayable terror a Dios. El infierno y la condena eterna amenazaban e impedían que los seres pensantes pudieran actuar con libertad de conciencia.
Inmenso mérito a los patriotas que pudieron obtener la constitución de una junta gubernamental el 18 de Septiembre de 1810. Es de ordinaria ocurrencia que se confunda la declaración de nuestra independencia con la formación de esta primera junta gubernativa. El objetivo, y así lo decía la esquela de convocatoria era “Para el 18 del corriente a las nueve de la mañana, espera a V. el muy ilustre señor presidente con el ilustre ayuntamiento en las salas del real tribunal del consulado, para consultar y decidir los medios más oportunos para la defensa del reino y pública tranquilidad”


A la renuncia del Conde de la Conquista, Mateo de Toro y Zambrano, y siguiendo las instrucciones que oportunamente había impartido a José Gregorio de Argomedo que oficiaba como su secretario, leyó un discurso en el que al destacar el gesto de la renuncia de Don Mateo de Toro y Zambrano dice: “Persuadido de estos sentimientos (Don Mateo) se ofrece hoy todo entero a ese mismo pueblo, aguardando en las circunstancias del día, las mayores de demostraciones de ese interés, santo leal y patriótico. En manos de los propios súbditos que tanto le han honrado con su obediencia, deposita este bastón (símbolo de su mando) y de todos se promete la adopción de los medios más ciertos de quedar asegurados, defendidos y eternamente fieles vasallos del más admirable monarca Fernando”
La integración de la Primera Junta Gubernamental y los objetivos anunciados, indican que los patriotas buscaban tener una activa participación en el gobierno colonial, ya que los asistentes al Cabildo abierto del 18 de Septiembre conformaban el núcleo de mayor importancia económica de la colonia y tenían gran interés en que la situación se normalizara en cuanto a las normas comerciales, de tráfico marítimo, impuestos y legalidades, dada las circunstancias que vivía España por la invasión de Napoleón.
El despertar de una independencia nace por la presión que ejercen hombres que regresaban de Europa y que venían imbuidos en ideas de autonomía y libertad para los pueblos poniendo fin al colonialismo. O’Higgins y Carrera por nombrar solo los íconos de la independencia, comprenden que la América no puede ser un conjunto de colonias españolas y luchan con la fuerza de las armas por conseguirlo.
Finalmente, el 12 de Febrero de 1818 y tras haberla ganado en los campos de batalla, el General don Bernardo O’Higgins Riquelme, proclama la independencia de Chile:

"La fuerza ha sido la razón suprema que por más de trescientos años ha mantenido al nuevo mundo en la necesidad de venerar como un dogma la usurpación de sus derechos y de buscar en ella misma el origen de sus más grandes deberes. Era preciso que algún día llegase el término de esta violenta sumisión: pero entretanto era imposible anticiparla: la resistencia del débil contra el fuerte imprime un carácter sacrílego a sus pretensiones, y no hace más que desacreditar la justicia en que se fundan. Estaba reservado al siglo 19 el oír a la América reclamar sus derechos sin ser delincuente y mostrar que el período de su sufrimiento no podía durar más que el de su debilidad. La revolución del 18 de Septiembre de 1810 fue el primer esfuerzo que hizo Chile para cumplir esos altos destinos a que lo llamaba el tiempo y la naturaleza: sus habitantes han probado desde entonces la energía y firmeza de su voluntad, arrostrando las vicisitudes de una gran guerra en que el gobierno español ha querido hacer ver que su política con respecto a la América sobrevivirá al trastorno de todos los abusos. Este último desengaño les ha inspirado naturalmente la resolución de separarse para siempre de la Monarquía Española., y proclamar su INDEPENDENCIA a la faz del mundo. Mas no permitiendo las actuales circunstancias de la guerra la convocación de un Congreso Nacional que sanciones el voto público, hemos mandado abrir un gran registro en que todos los Ciudadanos del Estado sufraguen por sí mismos libre y espontáneamente por la necesidad urgente de que el gobierno declare en el día la Independencia o por la dilación o negativa: y habiendo resultado que la universalidad de los Ciudadanos está irrevocablemente decidida por la afirmativa de aquella proposición, hemos tenido a bien en ejercicio del poder extraordinario con que para esta caso particular nos han autorizado los Pueblos, declarar solemnemente a nombre de ellos en presencia del Altísimo, y hacer saber a la gran confederación del género humano que el territorio continental de Chile y sus Islas adyacentes forman de hecho y de derecho un Estado libre Independiente y Soberano, y quedan para siempre separados de la Monarquía de España, con plena aptitud de adoptar la forma de gobierno que más convenga a sus intereses. Y para que esta declaración tenga toda la fuerza y solidez que debe caracterizar la primera Acta de un Pueblo libre, la afianzamos con el honor, la vida, las fortunas y todas las relaciones sociales de los habitantes de este nuevo Estado: comprometemos nuestra palabra, la dignidad de nuestro empleo, y el decoro de las armas de la PATRIA; y mandamos que con los libros del gran registro se deposite la Acta original en el archivo de la Municipalidad de Santiago, y se circule a todos los Pueblos, Ejércitos y Corporaciones para que inmediatamente se jure y quede sellada para siempre la emancipación de Chile.

Dada en el Palacio Directorial de Concepción a 1 de Enero de 1818, firmada de nuestra mano, signada con el de la Nación y refrendada por nuestros Ministros y Secretarios de Estado, en los Departamentos de Gobierno, Hacienda y Guerra".


Bernardo O'Higgins Miguel Zañartu
Hipólito de Villegas, José Ignacio Zenteno.

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