jueves, septiembre 11, 2008

Ante Duda de Mis Conocimiento de las Protestas (Art. Anterior)

Señor González
Mi historia personal no interesa a quienes desean entregar y recibir puntos de vista diferentes para sacar conclusiones. Para no dejar en la nebulosa del silencio, le cuento que me inicié en la “revolución de la chaucha”. Aún estaba fresca la masacre del seguro obrero y Carabineros no usaban lacrimógenas ni guanacos. Solo lumazos, sablazos desde los caballos y balas, ….y no de goma. Formamos la Federación de Estudiantes Vespertinos y Nocturnos y no pocos lumazos y bototazos recibíamos tratando de obtener pasaje escolar. Los años y el apoyo de mis pares me llevaron, por varios años, a la Presidencia Nacional de mi gremio. Esto en un período algo álgido y peligroso para las dirigencias, 68/74. Conozco el tema, con seguridad menos que usted, pero eso no interesa a lo central de lo planteado.
Creo debo insistir en mis argumentos, por ser comprobados. El vandalismo de los encapuchados, las molotov de sus universitarios desde el “Piedralógico” y ¿para que seguir si todos lo vemos con majadería en la TV? Son situaciones previsibles por los organizadores y que se usan para demostrar “su poder”. La “revolución de los pingüinos” se había escapado a la tónica general de los protestas. Muchachos dirigentes centrados en su quehacer, sin ingerencias de ningún tipo. Tratando de dominar a los infiltrados y aprovechadores de siempre. Carabineros resguardando sus marchas. Todo bien hasta que fueron sobrepasados por los politicastros. Los desmanes, el ladrillazo artero al Carabinero, la agresión a la solitaria Ministra de Corte, todo en el contexto de una “pacífica marcha” ¿Cómo debe proceder Carabineros? ¿Cuál es su propuesta para responder a las molotov? ¿Qué debe decir Carabineros cuando es criticado – con justa razón e indignación – por el dueño del kiosco de diarios destrozado? Son muchos los bemoles y aristas de las protestas. No se puede dejar a la pasividad y tolerancia del policía desprotegido la solución para quienes destruyen la propiedad privada, bloquean calles y tratan de infringir claras y precisas normas legales.

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