lunes, junio 30, 2008

Quién Ganó con la Subida del Dólar?

Sería muy interesante que – en lo que se ha dado en llamar modernamente – una mesa de trabajo y no comisión, seguramente por lo desprestigiada de estas, se reunieran dirigentes de los gremios y analizaran las consecuencias de sus presiones sectoriales por obtener ventajas por sobre lo que significa todo el resto del país.
Los empresarios exportadores presionaron, y presionaron muy fuerte, especialmente con las clásicas y reiteradas amenazas de que de no subirse el precio del dólar se produciría una tremenda cesantía.
En una economía libre, no estatista como la que lucharon por derrocar con sangre sudor y lágrimas - especialmente sangre y lágrimas - para imponer el libre mercado, el precio de las monedas extranjeras no es controlado por el Estado. Fluctúa en base, fundamentalmente, a lo solvencia y equilibrio monetario que mantiene la solidez de la moneda nacional. Mientras mejor es el manejo económico de una nación, más fuerte es su moneda. Lo mismo ocurre en los países con economías importantes, como Estados Unidos, dólar, Japón, yen y la de la Comunidad Europea, euro. Esto es, si esas economías entran en crisis por inadecuados manejos, su moneda se desvaloriza.
Podríamos resumir que en una no presionada economía de libre mercado como debiera ser la chilena, podría bajar el dólar sin directa intervención del Estado por: Primero con una política económica inadecuada en Chile y segundo con la mejoría de la economía en Estados Unidos. Punto. No hay fórmulas mágicas. No se han descubierto maneras para que el peso chileno pierda su valor si se mantiene una sana economía. Fácil es comprobar esto tan simple, al ver la relación euro / dólar. Cada día se necesitan más dólares para comprar un euro. Si el petróleo se transara en euros, solo sufriríamos la variación del precio, no la variación del dólar. Ya veremos el daño que, con referencia al petróleo, nos ha ocasionado el control del Estado sobre la moneda norteamericana.
Pese a estas verdades de Perogrullo, los empresarios exportadores y sus amenazas recurrentes y añejas lograron torcer la mano del Gobierno y este accedió a controlar el precio del dólar con la compra de millones y millones de dólares en el mercado para lograr que este subiera. Gran negocio para quienes mantenían – por adquisición a bajo precio – moneda norteamericana. Millones y millones de utilidades fácil a costa de todos los chilenos no especuladores ni exportadores. ¿Cuántos compraron o invirtieron en dólares baratos a sabiendas que las grandes presiones ganarían la pelea?


Nadie puede negar que los empresarios del salmón, por ejemplo, recibieran menos pesos por kilo vendido en dólares americanos. No así cuando las transacciones se hacían en euros. La verdad es que la mayoría de las transacciones de gran importancia se transan en dólares americanos, pero esto es capacidad de gestión de los empresarios.
Lo que tampoco se puede negar es que nunca los exportadores, fruteros o salmoneros principalmente, demostraron qué porcentaje de sus costos se cubrían con pesos chilenos. Que porcentaje del total de costos de producción corresponde a remuneraciones que, indudablemente se cancelan en pesos. Estos antecedentes deben conocer la luz pública, especialmente porque se sabe que los grandes costos de los exportadores son realizados en dólares. Fletes, seguros, maquinarias, productos sanitarios, repuestos. Comisiones y costos de promoción y venta en el extranjero, etc. de gran incidencia en los costos finales son pagados en dólares.
Por otra parte, y lo más perjudicial para todos, incluyendo los propios exportadores, es que la forzada alza del dólar nos significa para más por las materias primas importadas, más por medicamentos e insumos médicos y hospitalarios, más por maquinarias y repuestos, más por combustibles y lubricantes. Sobre esto sería bueno saber que los MIL MILLONES DE DOLARES del Fondo de Estabilización del Petróleo, se harán sal y agua, no solo por el precio internacional del barril, sino por que tendremos que entregar unos cincuenta pesos más por cada uno de los U$ 135 que cuesta el barril. O sea unos $ 40 por litro de petróleo. Hagamos memoria y recordemos que ese era el monto que pagaban los empresarios del transporte como Impuesto Específico (I.E.). En resumen quedamos pagando lo mismo, el Estado desparrama MIL MILLONES DE DOLARES y todos los chilenos graciosamente debemos pagar más por todo, incluyendo el transporte. Agreguemos el menor ingreso por el I.E. para beneficiar el transporte,- sin esperanza alguna que bajen sus tarifas y llegaremos a la conclusión final que una vez más la señora Juanita y el señor Moya, también el señor Soto, tendrán que pagar los platos rotos.

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