jueves, junio 26, 2008

Hasta la Coronilla. Todos lo Estamos no Solo el Ministro Vidal

¿Poca capacidad de gestión? ¿No será poca o nula capacidad de administración? Las diligencias conducentes al logro de un negocio o de un deseo cualquiera - gestionar – son ejecutadas por subordinados. La administración: ordenar, disponer, organizar, en especial la hacienda o los bienes (3.tr. RAE), corresponde a quien desempeña una dignidad, un Ministro de Estado.
Que el Ministro Vidal este más arriba de la coronilla comprueba la descontrolada administración de su parte pues sus ejecutores no cumplen obligaciones mínimas. ¿Se imagina Ministro, hasta donde estamos los chilenos al comprobar que nadie ejecuta lo que debe y que nadie administra como corresponde? Si piensa que exagero, responda, por favor, lo siguiente: ¿Para qué sirve la Comisión Asesora Presidencial para la Defensa del Ciudadano si no la han dotado de los mecanismos para cumplir su función? ¿Solo pituto? Le recuerdo que su anterior Directora renunció aduciendo no estaba para perder tiempo con un organismo figurativo e inútil. ¿Para que sirve la SVS si solo se preocupa de Piñera y se colude con las aseguradoras que reconocen sus faltas, verdaderas ilegalidades esquilmadoras para los asegurados y burladoras de precisas obligaciones legales de resguardo? Si usted ordena entrego a la prensa antecedentes y su coronilla quedará infartada. Y la SBIF ¿Para que está, si ni siquiera responde requerimientos de afectados por los Bancos ni se toma la molestia de sancionar errores que estos cometen y que – con absoluto desparpajo – lo dicen en respuesta a la inepta SBIF?
Por ahora, Ministro, me refiero a sus molestias. Sobre la AFP estatal tengo mi opinión que, aunque usted no lo crea, encuentro conveniente, siempre y cuando la administren personas profesionales y honestas. Mi argumento para ello es: si el Estado las garantiza ante los afiliados (ya empieza a bonificar pensiones mínimas que las AFP privadas no son capaces de cubrir) lógico que exista una AFP Estatal. Es irracional que algunos pocos administren los más de CIENTO DOCE MIL MILLONES DE DOLARES que pertenecen a los trabajadores sin que estos tengan la más mínima ingerencia en ello.

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