jueves, noviembre 01, 2007

Comentario a Columna Alvaro Bardon (Segunda)

Señor Bardón:
¿Usted revisa lo que escribe antes de mandarla a su remunerada columna? estoy seguro que no. Si la leyera, se avergonzaría de su capacidad intelectual y, por decencia, no la enviaría y buscaría argumentos menos chimuchinescos, que usted puede encontrar. No me parece entretenido ni mucho menos con algún fondo que aportara algo al intercambio de opiniones, razón por la cual, y por sanidad mental, no acostumbro a leerlo. Un amigo me pidió que la leyera para convencerme que los poderes fácticos siguen tratando de dominar la opinión pública usando y abusando de los medios de comunicación en los cuales, aparecen columnista que no tienen otro mérito conocido que haber sido servidores incondicionales de la dictadura. Tenía razón mi amigo. Son los añoran volver a crear cientos de “Universidades” para profitar de pingues utilidades a costa de educación mediocre, con engañosas carreras inventadas. Los creadores de un perverso sistema provisional que permite a unos muy pocos administrar en su propio beneficio miles y miles de millones de dólares que son de propiedad única de los trabajadores a quienes – en su gran mayoría - el estado deberá pagar pensiones mínimas. Quienes se aprovecharon del Capitalismo Popular y esquilmaron desahucios de trabajadores con el cuento de hacerlos accionistas para después comprárselas a vil precio y ser ahora dueños de las más grandes empresas generadores y transportadoras de energía, entre muchas otras. Llevar a la insolvencia a Unicoop y Sodimac, para adquirirlas a vil precio y hoy lograr utilidades fabulosas. ¿Y la deuda de los bancos con el Banco Central, no le parece el colmo de la inmoralidad? ¿Y la Crav, no recuerda aquello? No caigo en la contingencia del contrabando de armas, el Banco Rigs, los pinocheques pues ya la justicia lo está viendo y en nada aportan a la discusión, al igual que EFE, Chiledeportes y Mop-Gate. El tema es otro y para acotarlo hay que exponer, pensar, discutir. No mentir ni envenenar.

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