jueves, mayo 01, 2008

Sobre la PDD en un blog fraternal

Es increíble como aquello que debiera ser norma corriente y generalizada, con la agresividad, intolerancia, ignorancia, prepotencia y falta de argumentos valederos de nuestra actual sociedad, se ha transformado en algo de excepción. Me refiero al diálogo, al intercambio de opiniones. Habitualmente participo en foros (blogs), especialmente los de cartas al director de El Mercurio. Hay que tener mucha paciencia para soportar tanta “lesura” como decimos por acá en Chiloé. Asistido por la convicción que no debemos ceder terreno a estas personas tan faltas de mesura y tan pletóricas de supinas ignorancias, intervengo y expongo mis argumentos. Igualmente lo hago en mi propio blog, el que nadie lee pues nadie sabe que existe, pero me satisface pensar que alguien viajando por el ciber especio, se topará con el algún día.
Todo este preámbulo para expresar mi satisfacción de leer vuestras opiniones. Respetuosas, claras, tolerantes. Sin duda alguna, con plena vigencia de los principios enraizados en la institución a la que, profanamente llamamos para conocer y recibir luces de hombres, honrados y de buenas costumbres.
Referido al tema en comento, estimo que hay muy pocas personas en el mundo que acepten el aborto per se. El género humano – como casi todos los integrantes del reino animal – se perfecciona y adapta al medio en su ciclo reproductivo. Este ciclo que, en sus inicios fue puramente instintivo, presentaba dificultades en generar crías, en buenas condiciones de supervivencia por los problemas inherentes a la consanguinidad. El hombre ante la repetición del fenómeno reaccionó y lentamente fue entendiendo la causa que producía este mal efecto y buscó las formas de corregirlo. Para una acción más rápida y eficiente se crearon, por medio de los conceptos de temor a lo desconocido, antecesores de las creencias religiosas, las ideas para evitar procreaciones entre parientes directos. Hoy el incesto es un delito y la relación sexual entre hermanos es fuertemente penada socialmente.
La sociedad, en pos de la familia, el clan, la tribu, el pueblo, el país nos ha enseñado a procrear en una relación de amor, llegando, incluso, al extremo de pretender que ese amor, necesario para una relación pro creativa, debe ser bajo normas y mitos religiosos. Afortunadamente las normas legales que también se debían cumplir con el mismo objetivo, han sido, con grandes dificultades, disminuidas y hoy una pareja con responsabilidad puede unirse por amor y procrear generando familias estables y sanas
Tenemos, entonces, que la naturaleza nos guía para procrear en forma sana y perpetuar la especie para que esta progrese y se perfeccione. No figura, en una sociedad y situación normal, el aborto voluntario, por obvias razones. Esta misma y fundamental guía, nos indica la incongruencia de las relaciones homosexuales.
Este es un punto que – bajo mi personal punto de vista – se debe tener muy en cuenta. No me es lógico aceptar el aborto voluntario e indiscriminado.
Referido ahora a la PDD, me estoy a todos los informes nacionales e internacionales, de organismo y científicos de prestigio que han demostrado con meridiana claridad, que la PDD no es abortiva. Tal es así que se ha pretendido derivar la discusión científica hacia el punto, muy ético y moral, pero científico finalmente, de cuando se puede dar por iniciada una vida humana. Con esta nueva derivada se pretende afirmar lo abortiva de la PDD, lo que tampoco resulta. Finalmente, se trata de llevar a la opinión pública a solidarizar con un principio de la religión católica. Curiosamente, no me parece que la iglesia católica sea muy clara en definir su posición por la negativa al uso de la PDD, ya que deben recurrir a algunos estudios que señalarían lo abortiva de la PDD, pero con la salvedad de que establecen otro momento del inicio de la vida. Esto, tengo entendido, no resiste ningún estudio razonablemente científico.
El prohibir su entrega gratuita por Médicos en Consultorios y Hospitales públicos y no su prohibición de fabricación y distribución en el país, no es algo que permita hacer un comentario sin que, necesariamente, se tenga que caer en la lógica de la discriminación económica. Siendo esta una zona sensible a diversas ideas filosófico político, reservaré mi opinión.
No puedo dejar el tema sin referirme a lo insólito que me resulta escuchar a personajes desgarrar vestiduras porque las niñas menores que necesitaban recurrir al Médico del Consultorio público por creer necesitar la PDD, lo podían hacer sin sus padres. Todos escuchamos y leímos a indignados parlamentarios, mediáticos curas y talibanísticos opinantes considerando inmoral esta lógica medida ya que ¿Por qué se horrorizaban que la niña fuera sin sus padres al Médico, si tampoco les había solicitado su consentimiento para tener relaciones sexuales irresponsables? De esto nunca leí ni escuché queja alguna.

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