jueves, febrero 21, 2008

Vox Populis, Vox Dei. La Indolencia de las Organizaciones Estatales

Me parece que siempre debemos tener presente nuestra incapacidad ciudadana de tener alguna tribuna. Este blog – que agradezco a El Mercurio – no es leído u ocupado sino por un mínimo de poseedores de Internet, con preocupación por el acontecer nacional y algún tiempo disponible. Si nos fijamos, podemos comprobar que los corresponsales varían muy poco en el tiempo. Conocemos sus posiciones políticas, sus conciliadoras opiniones, su destacado proselitismo político o religioso, y, muchas veces, sus insolentes arrebatos y descalificaciones. Pero eso sería todo. A nadie, solo a nosotros mismos al parecer, le importa lo que escribamos. Jamás he visto que alguna autoridad política, económica o religiosa, se haga presente explicando o aclarando tal o cual exposición blogera. Concuerdo que no son contestables denuncias irresponsables, productos de ignorancias, o simplemente irrespetuosas o insolentes. Pero estas son muy mínimas en comparación con las centradas, claras y responsables, sin embargo los encargados de resguardar la imagen o los RR.PP – muy bien remunerados pues tienen buenos pitutos- no les interesa lo que digamos en esta instancia. Si llegaran a leerlos, solo les produciría risas por nuestra ingenuidad de pensar en que lo que hoy se llama transparencia y que en mis tiempos se conocía como, honor, decencia, honradez y orgullo de ser funcionario público, exista para estos siempre blindados personajes que como ya lo dije en el anterior episodio, son los creadores de esta dictadura sonriente. Pero no solo es el Gobierno el que no escucha. Si lo que decimos en Cartas al Director de los medios, no se encuadra dentro de lo que llaman “política editorial” y que no es otra cosa que la defensa y blindaje que otorga el medio a sus adherentes ideológicos o comerciales, nuestras cartas no serán publicadas, a si sea The Clinic, El Mercurio, La Nación o La Tercera.
Vox Populis, Vox Dei, hoy es tan verdadero como el juramento Hipocrático de los Médicos.

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