Las Farmacias, Los Estudiantes de la UC y la Píldora del Día Despues

Solicitar en un Policlínico o comprar en una farmacia la mentada píldora, es un derecho, no una obligación. Es curioso que estudiantes universitarios tengan tan extraños planteamientos al invocar la libertad que debería tener un comerciante para no expender productos que fueran contra sus principios religiosos. Sería bueno que estos dirigentes universitarios consultaran a sus representados que estudian Derecho si dejarían en la indefensión a un acusado de horribles crímenes, como el tristemente conocido Guatón Romo, por ejemplo, por razones religiosas. Por otra parte, se hace una defensa de una actividad comercial, sin entrar en consideraciones morales por el acto sexual irresponsable de una pareja de jóvenes, casi niños y que señala, con claridad meridiana la falla de las enseñanza, principalmente, de nosotros los padres, como de profesores, predicadores que condenan con el mismo infierno por toda la eternidad a los que infringen uno de los Mandamientos, la fornicación. El punto a dirimir bajo normas morales, filosóficas, religiosas y/o políticas es aquel que lleva a la menor a solicitar la píldora. Sin acto sexual irresponsable no hay necesidad de píldora. Ahora si a los comerciantes dueños de cadenas de farmacias, les inquieta moralmente brindar una solución a una menor que ha mantenido una relación sexual irresponsable, es otro cuento. Pero que también ese comerciante se niegue a tener productos que tratan la drogadicción, el alcoholismo en menores. Una exitosa campaña para la abstinencia sexual de menores relegaría la píldora solo al uso voluntario de quienes sufran un asalto con violación. ¿O estas personas violentadas, tampoco tienen derecha a la píldora? ¿O los comerciantes dueños de las cadenas farmacéuticas hacen más negocio vendiendo antibióticos para las infecciones producidos por los abortos clandestinos? ¡Por favor! Centremos la discusión y dejemos la política y los talibanes de la religión en sus menesteres reales. Una buena campaña para la abstinencia sexual en menores y chao a la píldora para niñitas juguetonas y tranquilidad espiritual para los dueños de cadenas farmacéuticas.