lunes, septiembre 17, 2007

Visión de la Sociedad Política

Los padres, profesores, jefes, los hijos, alumnos y subalternos, el entorno social, son los formadores básicos de nuestra filosofía de vida, nuestras normas sociales, nuestra moral. De ellos aprendemos que el ordenamiento de cualquier grupo de personas se basa en las normas que ese grupo se da para convivir en la forma que considera más conveniente para sí. Ese ordenamiento fija, igualmente, los mecanismos de control – desde la simple ética hasta los organismos policiales – de las normas dadas. Y, finalmente, también se da los mecanismos sancionadores – la conciencia individual hasta sistemas judiciales – de las transgresiones. Séame perdonada mi simplificación ante tanta sapiencia, la que justifico por creer que las peras y las manzanas son muy didácticas para cuando los temas se van transformando en guirigay que mezcla chancho con alambre de púas.
Respetar el orden social establecido, o hacerlo respetar por quienes corresponde nos permite desarrollarnos tranquilamente. Pretender asumir el control del pensamiento político, religioso, social – bajo cualquier justificación - es propio de mentes insanas que bajo especiales circunstancias, asumen, posiciones de poder.
Por otra parte presionar por imponer por las fuerzas, la extorsión, el aislamiento, alguna idea filosófica, ya sea política, religiosa o social, es, igualmente, propio de quienes asumen el dominio de la verdad y, talibanísticamente, estiman a todos los que no estén contestes con su posición como enemigos eliminables por cualquier medio.
Finalmente los legítimos detentadores del poder gobernador de los grupos, deben siempre estar en disposición de responder absolutamente de sus actos y deben tener un comportamiento de atención oportuna, permanente y adecuada para sus gobernados.
En Chile el Estado, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, incumple con esto último y actúa con displicencia, desdén y soberbia, auto protegiéndose. Y, en mi entender, genera la situación que permite insolentes críticas y desbordados comportamientos sociales. Esto nos aleja de una convivencia fraternal en que cada uno tenga lo que se merece y, con méritos y esfuerzo logre. Si no comprendemos estas simplezas, tendremos larguísimos blogs en que nunca aceptaremos lo que los demás opinan. Un guirigay.

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