Aviación Privada y Comercial Pilotos y sus Licencias

La aviación deportiva llena un espacio importante en los servicios de urgencia que se prestan a la comunidad. Sin embargo no se debe perder de vista que es la aviación comercial la que debiera prestar estos servicios de emergencia y o urgencias. La aviación comercial cumple sus operaciones baja estrictas normas de seguridad, que parten por la calificación de los Pilotos. El esfuerzo que Pilotos Privados realizan en apoyo a la comunidad, digno de reconocimiento, adolece de un componente de importancia vital en aviación y es el conocimiento adecuado para las operaciones que se ejecuten. Esta espertice es controlada mediante periódicos exámenes teóricos, prácticos y de estado físico que realiza la Autoridad Aeronáutica a todos los Pilotos de Aviación por igual, pero que tienen muy diferentes grados de complejidad y exigencias siendo la de menores requerimientos la de Piloto Privado, para seguir con las Licencias profesionales, desde Piloto Comercial hasta la de mayores requerimientos y complejidades necesarios para alcanzar la Licencia de Piloto de Transporte de Línea Aérea. Estos crecientes niveles de capacidad profesional, en muchas oportunidades se inician en los cursos que entregan los Clubes Aéreos que permiten optar a la primera licencia de Piloto, esto es la de Piloto Privado. Posteriores cursos que dictan centros altamente especializados del país o del extranjero, más la experiencia en horas de vuelo necesarias a cada licencia, permiten el perfeccionamiento en esta profesión hasta alcanzar la ya mencionada de Piloto de Transporte de Línea Aérea.
Impresiona saber de aterrizajes de Pilotos Privados que obligan a iluminar precarias pistas con los focos de los automóviles para salvar una vida. Eso es lo que se debe defender. Que se cuide y atienda cada pista de aterrizaje. Que ninguna sea suprimida. Eso es lo que Chile necesita. Que no contemplemos con frustrante indignación e impotencia, como un excelente aeródromo pavimentado con edificio terminal, torre de control, es ocupado como bodega de maquinarias por la muy Ilustre Municipalidad de Ancud, mientras se cacarean cifras millonarias para la “conectividad” de nuestra Isla Grande de Chiloé.