domingo, septiembre 09, 2007

Ampolletas y Maletín Literario - La Democracia

Está resultando muy recurrente el clasificarnos como aprovechadores, ignorantes y flojos como ciudadanos. Al mismo tiempo se estigmatiza de corruptos, ineptos y cuanto calificativo se nos ocurra a quienes tienen responsabilidades públicas. Todo en un mismo saco que es llenado al amparo de la libertad de expresión y de la tan variopinta democracia la que adquiere connotación, importancia y significado solamente cuando se ajusta a nuestras personales posiciones.
Sin duda el sistema democrático no es bueno, pero no se ha encontrado otro mejor, pese a los experimentos de todos los colores en todo el mundo. Esta democracia me permite manifestar, con responsabilidad, que el actual Gobiernos tolera con displicencia las anarquías de instituciones controladoras y que han sido creadas para el correcto funcionamiento de nuestra sociedad. Pero no me puedo quedar en denuncias sin clarificarlas ni proponer alguna idea de solución.
Instituciones del Estado que debieran ser ejemplos de transparencia y equidad como son las Superintendencias de Bancos e Instituciones Financiera y la de Seguros y Valores hacen caso omiso e incumplen sus funciones basales.¿Qué sector político ha demostrado interés en la ley en estudio para crear la figura del Defensor Ciudadano? ¿Quién, político, periodista o blogero ha demostrado su indignación por las insólitas utilidades del la industria bancaria? ¿No es ya el tiempo de, sin dejar de lado nuestras justas inclinaciones político-filosóficas, nos empeñemos en discutir con argumentos legítimos como logramos un Chile realmente justo, honesto, solidario y trabajador? (no solo escritor).
¿Qué es lo negativo de permitir que personas de escasos recursos (con salarios inferiores a los “éticos” inicialmente propuestos por la Alianza) puedan tener una iluminación más económica en su casa? Que algunos las venderán. Seguramente. Pero no porque los vehículos chocan dejo de usarlos. Y ¿Qué de nefasto que familias puedan tener libros que jamás soñaron en tener? Que algunos los venderán. Seguramente. Pero si esas personas dejan la oportunidad por algunos pesos (¿y si les faltaran para lograr un ingreso de sustentación?) otras personas leerán esos libros. ¿Eso no justificaría la acción de regalar libros?

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