¿Somos Lesos, o qué?

Si el BCI cambia a sus clientes desde “la banca de personas” a la “banca empresario” significando esto que el cargo por sobregiro no autorizado le sube significativamente sin mayor beneficio para el cliente. Si el mismo banco informa al cliente que la comisión cobrada por la utilización del sobregiro no autorizado es tanto y cobra una suma inmensamente superior y la SBIF nada dice al ser requerida por el perjudicado cliente. Si el mismo banco hace cargos en la cuenta corriente en horario nocturno (correctamente datados para el día hábil siguiente) ¿cuál es la razón que no considera los fondos transferidos y abonados en el mismo horario (y también correctamente datados para el día hábil siguiente? Lo gravoso para el cliente es que aparece con el famoso sobregiro no autorizado y con el cargo correspondiente. Y la SBIF como “si lloviera”, mejor escrito “como si no viera”. Si a estas esquilmadoras acciones agregamos el dato que entre enero y julio el BCI logró ganancias por treinta mil quinientos setenta y siete millones de pesos y el otro favorecido por la billetera del Ministro Velasco, el Banco Chile, logró una utilidad en el mismo período de ciento cincuenta mil setecientos cincuenta y nueve millones de pesos y como la guinda del postre las utilidades de la industria bancaria durante el mes de agosto fue de seiscientos setenta y ocho mil trescientos ochenta y seis millones de pesos, tenemos que preguntarnos ¿Hasta cuándo nos pretenden hacer comulgar con ruedas de carreta?
O los chilenos somos muy aguantadores o simplemente somos unos lesos y, lo que es más dramático, saben que somos lesos aguantadores.