Respuesta en blog de la Presidenta en El Mercurio

La economía chilena, nos guste o nos afecte, tiene el reconocimiento del mundo especializado. Negarlo es tan nefasto como ignorancias y comentarios fuera de tono. La ayuda de nuestras opiniones y posiciones debiera endilgarse por el camino de ideas, sugerencias, incluso, antecedentes de situaciones que pueden entrabar y perjudicar las mejores intenciones.
Es dable sugerir terminar con la mediación de los bancos para los préstamos que otorgan las instituciones encargadas del desarrollo industrial, agrícola, productivo, como INDAP, CORFO, SAG, etc. Fuera de las trabas que significan para el posible favorecido, los bancos se benefician enormemente por estos servicios. Nadie mejor evaluador de crédito preferencial o bonificación que posibilita más producción, que los funcionarios que hacen la calificación del beneficiario y que conocen en terreno sus necesidades. No debemos olvidar las escandalosas utilidades de la industria bancaria que, fuera de las utilidades reportadas en agosto, recibieron un suculento apoyo a su liquidez. (¿?)
Una función real y comprometida con el ciudadano, no como es el caso de la SBIF que argumenta que su labor es la de un mero mediador, al recibir denuncias de cobros no permitidos y que dañan inmensamente al pequeño comerciante, agricultor o Pyme.
Para que decir de la SVS, es francamente aberrante como tolera las ilegalidades y los dolos de empresas aseguradoras. Igualmente soslaya con indolencia su obligación de proteger al asegurado. Para que decir de los organismos colaboradores de las aseguradoras como son las liquidadoras de seguros. Están en un círculo perverso: mientras más demoran y memos pagan al siniestrado, más aseguradoras los contratan.
Por última sugerencia en pos de la confianza general: ¿No sería posible reorientar a más productivos fines la Comisión Asesora de la Presidencia para la Defensa del Ciudadano? No tiene ningún poder para cumplir sus funciones. NINGUNO. Produce solo frustraciones a los recurrentes.
Mejoraremos la confianza general, regulando a los principales culpables de la crisis mundial: LOS BANCOS Y LAS COMPAÑIAS DE SEGUROS por intermedio de los organismos que ya tenemos, pera haciendo lo que les corresponde.