Los poderosos dueños de los medios de comunicación chilenos, en una nueva muestra de su capaccidad de targiversar los hechos y las realidades, han mantenido una sibilina redacción y reacción en todo lo que dice relación con el General Cheyre. La reazón: una muy simple y es la hombría, la transparencia, la lealtad y el honor que ha demostrado este verdadero y único Señor General.
Para poder cumplir con estos honestos principios, ha tenido que señalar muy claramente que una cosa ha sido y es Pinochet y otra muy, pero muy distinta es el Ejército Chileno actual. Esta realidad le ha significado la enquina de los dueños de los medios de comunicación que han ido sembrando la semilla falsa, pero siempre efectiva, del desprestigio. Ninguna de sus actuaciones ha sido destacada por sus objetivos positivos. Las preguntas periodísticas realizadas por Periodístas que sienten como su obligación hacer su trabajo cumpliendo solamente los mandatos de sus empleadores, aunque esto no sea el correcto y verdadero ejercicio de su actividad, tienden siempre a llevarlo a lo que pudiera ser un demérito.
No olvidemos que quienes manejan los medios de comunicación están en Chile muy estrechamente ligados a los que formaban el grupo usufrutuario del régimen de Pinochet. Son los mismos que hoy aparecen en los Tribunales para que rindan cuenta de sus muy poco claros negociados y coimas. Estas verdaderas mafias, no perdonarán nunca al Señor General Cheyre su actitud de soldado. La lealtad es un bien muy preciado que no se compra en las boticas y se rinde y observa a los iguales, esto es a hombres honrados. La lealtad de las mafias - que llega a la muerte - es concomitancia, complicidad.
Muchas gracias Señor General Juan Emilio Cheyre por lo que nos ha entregado para el bien de todos los chilenos
Faternalmente
Catón Chilote
Para poder cumplir con estos honestos principios, ha tenido que señalar muy claramente que una cosa ha sido y es Pinochet y otra muy, pero muy distinta es el Ejército Chileno actual. Esta realidad le ha significado la enquina de los dueños de los medios de comunicación que han ido sembrando la semilla falsa, pero siempre efectiva, del desprestigio. Ninguna de sus actuaciones ha sido destacada por sus objetivos positivos. Las preguntas periodísticas realizadas por Periodístas que sienten como su obligación hacer su trabajo cumpliendo solamente los mandatos de sus empleadores, aunque esto no sea el correcto y verdadero ejercicio de su actividad, tienden siempre a llevarlo a lo que pudiera ser un demérito.
No olvidemos que quienes manejan los medios de comunicación están en Chile muy estrechamente ligados a los que formaban el grupo usufrutuario del régimen de Pinochet. Son los mismos que hoy aparecen en los Tribunales para que rindan cuenta de sus muy poco claros negociados y coimas. Estas verdaderas mafias, no perdonarán nunca al Señor General Cheyre su actitud de soldado. La lealtad es un bien muy preciado que no se compra en las boticas y se rinde y observa a los iguales, esto es a hombres honrados. La lealtad de las mafias - que llega a la muerte - es concomitancia, complicidad.
Muchas gracias Señor General Juan Emilio Cheyre por lo que nos ha entregado para el bien de todos los chilenos
Faternalmente
Catón Chilote
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