jueves, diciembre 18, 2008

El Invento de José Piñera y la Ruleta Rusa Previsional

Es adecuado tener presente que los fondos de pensiones deben generar una utilidad para que las cotizaciones previsionales logren entregar al trabajador una jubilación digna y acorde con lo que él, y solo él, ha ahorrado.

¿Cómo se logra hoy esta utilidad? Simplemente jugando a la ruleta rusa - inventada por José Piñera en la Dictadura - ya que no existe método alguno que pueda prever las fluctuaciones bursátiles. Se "apuesta" a una acción que se asume en alza. El mundo está plagado de "expertos" en este jueguito, especialmente de aquellos que juegan dineros ajenos. Estos verdaderos timberos, tratan de, por una parte disminuir los riesgos de pérdidas tomando opciones, por ejemplo, en documentos respaldados por los Estados de muy baja rentabilidad y por la otra adquiriendo acciones más riesgosas en cuanto a su estabilidad bursátil y que reditúan un poco más o, simplemente lo pierden más rápido.

Los organizados para administrar estos fondos, jamás pierden, siempre ganan pues reciben comisiones por la compra y venta de las acciones que ellos determinan comprar o vender para sus administrados. Si compran una opción a mil y al otro día cae a quinientos, solo deben recitar la consabida frase. "No se preocupe ya nos recuperaremos" y punto. La acción no es otra cosa que un papel que acredita que su tenedor es poseedor de una N parte del patrimonio de una sociedad anónima. Lo perverso del sistema es que ese patrimonio es una foto que no solo considera el valor libros de una sociedad, su activo y pasivo, sino consideraciones manejables por terceros interesados, intangibles y de valores subjetivamente adjudicados, como son las marcas, el prestigio, sus posibilidades de crecimiento y/o asociación, sus proyectos, sus ejecutivos, los mercados y un sinfín de adjudicaciones que son meras especulaciones. No olvidemos el caso del Candidato Presidencial Sebastian Piñera que compró acciones de Lan - sabedor anticipado del resultado del balance que se publicaría (información privilegiada) - a un precio que la información malamente obtenida le aseguraba que dichas acciones subirían, lo que obviamente ocurrió y permitió a Piñera embolsarse miles de millones de pesos. Sin embargo la empresa Lan seguía teniendo su mismo patrimonio. Solo subieron los papeles. Un mal balance los habría hecho bajar y, con seguridad Piñera habría actuado no comprando, sino vendiendo acciones. Igual ocurrió entre los Ibañez y la gente controladora de Falabella cuando hicieron trascender una posible unión, pero antes comprando acciones de las sociedades que, se suponían con su unión, estas subirían de valor, lo que en realidad ocurrió permitiendo nuevamente miles y miles de millones de ganancias mal habidas.

Las acciones que respaldan la jubilación de los trabajadores chilenos, no pueden "congelar" su valor bursátil. Solo cuando se detectan situaciones anormales del mercado o de una sociedad en especial, la Autoridad puede cerrar las transacciones transitoriamente, ya sea de la pertinente bolsa de comercio o de una S.A. específica.

Las jubilaciones deben ser responsabilidad del Estado. Deben corresponder a esfuerzos solidarios de los trabajadores. Hoy el Estado solo asume los costos si un trabajador no alcanza, por mala administración de sus fondos, a una pensión mínima. Flor de negocio para la AFP.

Como guinda del postre y para comprender mejor como se manejan estos grupos de poder económico, basta ver en la televisión unos letreritos con muy pequeña letra y que se muestran por solo un instante o una voz que habla sumamente rápido, tanto que no se sabe lo que dice, y esto corresponde a una advertencia legal que que la administradora de fondos no garantiza la rentabilidad futura. Con seguridad nadie repara en ello, lamentablemente tampoco repara en este atropello las leyes del consumidor ninguna autoridad, ni la SVS, ni la Defensa del Consumidor ni el Consejo Nacional de Televisión que tolera tan flagrante ilegalidad en sus canales.

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