jueves, agosto 21, 2008

La Inconsistencia de la SVS. Trato Discriminatorio

Lo que debe ser claro es que aplicando un criterio u otro la SVS cumple con su mandato legal. Sancionable sería que los cambios de criterio perjudicaran a personas que actúan correctamente. La trasgresión a normas legales no debiera estarse a la posibilidad que la aplicación de un criterio distinto tolera la trasgresión. No serían necesarios los sancionadores de ningún tipo si no existiera la interpretación que cada uno de ellos pueda dar al tenor de las circunstancias, los antecedentes, la intencionalidad, la existencia de lucro, etc. Bastaría el Manual del Cortapalos para reemplazar a los Jueces de todas las instancias.
Lo que no queda claro es la razón de lo mediático de estos accionares de la SVS. ¿Advertir? ¿Educar? ¿Demostrar eficiencia? ¿Señalar que “las instituciones funcionan”? ¿Soterrados intereses políticos? ¿Mostrar que la corruptela impera igualmente en el sector privado para empatar la del Estado?
Estas inquietudes se generan al comprobar la indolencia tolerante de la SVS ante las graves faltas que se le denuncian sobre infracciones comprobadas de compañías de seguros que dañan arteramente a asegurados que carecen de connotación política y/o empresarial. Debiera ser que, en cumplimiento de sus obligaciones basales, sancionen igualmente con mucha publicidad y focos televisivos a los confesos infractores. Bajar sin informar al asegurado la cobertura de U.F. 2.500 a U. F. 10 y continuar cobrando lo mismo. Pretender cobrar primas por meses, en circunstancia que, sin avisar al asegurado, había puesto fin al seguro en forma unilateral. . Cobrar durante meses primas recargadas en más de un 100 %, son delitos por haber actuado con engaño y con dolo. Sin embargo la SVS no interviene y señala que el asegurado estafado debe recurrir a los Tribunales, mientras la aseguradora continúa como si viviera el mundo de Bilz y Papa, amparada por esa misma SVS y tanta publicidad logra por sancionar a Piñera, los hermanos Gálmez, la gente de Líder y Falabella. ¿Funcionan las instituciones para todos los ciudadanos?

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