Debemos Saberlo Para Lograr Una Sociedad Más Justa y Equitativa. El Insular 10 de Agosto 2007

Ya hemos comentado lo sometidos que nos encontramos los chilenos al recibir – hasta convencernos – toda clase de información guiada con fines desarrollados por grupos fácticos que tienen como único norte, el acrecentamiento de su poder. Estos poderes son, principalmente, de índole económico y/o de índole político. Este último poder es el brazo ejecutor del primero.
Salvo muy raras y honrosas excepciones, todo el sistema de prensa, diarios, periódicos y revistas, está en manos de solo dos grupos económicos. Uno con su estandarte en el diario La Tercera y el otro con el antiguo diario El Mercurio y su gran cadena que llega hasta nuestra Isla. Si no tenemos la suerte de encontrar El Insular, ¿que alternativa tenemos acá? Simplemente La Tercera, El Mercurio, Las Ultimas Noticias, El Llanquihue o La Estrella, estos cuatro últimos es más de lo mismo, todos de la misma cadena. Este es el principal medio que tienen para convencernos de todo aquello que les conviene para que, sin darnos cuenta, pensemos, opinemos y actuemos como ellos solapadamente nos van adiestrando. No discutimos el legítimo derecho de cada persona a opinar como lo estime conveniente. Tampoco el tener los medios de comunicación que considere del caso y en ellos aceptar las opiniones que su propietario determine. Lo que nos parece ilegítimo, es que se usen estos medios para entregar informaciones, noticias, comentarios y toda clase de artificios, reiteradamente, en forma parcial, sesgada, o simplemente falsa para crear una opinión, idea o creencia que lleve a la gran mayoría a considerar como válido o verdadero aquello que no lo es, o que solamente conviene a los poderes que dominan.
Claro ejemplo de como somos guiados a declarar enfáticamente aquello que nos han inducido es, por ejemplo, decir que ya “la delincuencia no nos deja vivir” “en este país ya no se puede vivir tranquilo”. No se trata de negar la existencia delincuencial, ni robos. No. Pero es justo conocer – y ni la cadena de El Mercurio ni La Tercera lo publican – el siguiente dato estadístico:
Tasa de (casos) denuncias por cada Cien Mil habitantes
Ciudad año 2006 año 2007 Disminución
ANCUD 2.650 2.238 15.54 %
CASTRO 3.840 3.070 20.05 %
QUELLON 2.391 1.699 28.94 %

¿Cuál es la razón para no publicar estos datos que señalan con perfectamente que la delincuencia disminuye en nuestra Isla? Debemos pensar con claridad y comprender que campañas como estas, llevan irremediablemente a situaciones como las que tan dolorosos recuerdos nos traen. No permitamos que nos hagan pensar como otros desean. Pensemos por nosotros mismos. Digamos las cosas por su nombre. Averigüemos la realidad, preguntemos. Seamos capaces de tener nuestra propia convicción, sea la que sea, pero propia.
Y para que decir de la economía. ¿Quién no esta convencido que pasamos por una muy mala situación, con cesantía, con un IPC disparado, que ya no aguantamos más? Para emborracharnos la perdiz unas veces nos hablan de % de cesantía, otra de % de desocupados, otras de la fuerza laboral, de ocupación, etc. Nunca se encargan de informarnos que significa y que mide cada término y, lo que es peor, todos creemos saber lo que significan. Para clarificar un poco nos permitimos copiar estos conceptos:
FUERZA DE TRABAJO: Porcentaje de la población económicamente activa (ocupados y desocupados) de QUINCE AÑOS y más, respecto a la población total (ocupados, desocupados, estudiantes, dueñas de casa, jubilados, pensionados, etc.).
DESOCUPACION: Porcentaje de LA FUERZA DE TRABAJO que se encuentra desocupada (cesantes y personas que buscan trabajo por primera vez) Las personas que buscan trabajo por primera vez aumenta año a año por el crecimiento vegetativo de la población y por cambio de status de alumnos y dueñas de casa.
Si la cesantía fuera como la imaginamos, y siendo la población en Ancud de poco más de cuarenta mil personas y Castro casi cincuenta mil ¿Cómo justificamos el gran número de Supermercados, Farmacias y Ferreterías que tenemos? No agregamos Botillerías ni Discotecas para no influir en vuestro pensar.
El Insular transcribió parte de un editorial de El Mercurio. El economista autor del editorial, se inicia diciendo “En Chile el crecimiento económico se ha reducido y la inflación se ha elevado mucho más que cuanto se anticipaba hace un año. Como consecuencia hay un fuerte deterioro de las expectativas de los distintos agentes económicos. La incertidumbre se ha apoderado tanto de los hombres de negocios como de los consumidores, lo que indudablemente modifica sus decisiones. En este ambiente no es extraño que los bancos estén restriñendo el acceso al crédito, creando una situación de baja liquidez” Terrible diagnóstico. El pequeño comerciante que lee esto tiembla. No compra, restringe los créditos y si puede, despide al dependiente. Y la bola de nieve se ha echado a rodar cuesta abajo. El economista busca justificaciones para un Imacec que llegó a un 5 %, índice que desmiente a los agoreros. Este aumento de la producción es en relación al mismo mes del año pasado. Todo el artículo tiene dos objetivos. Crear una idea de situación económica crítica, por una parte y por la otra que el Gobierno baje sus gastos, que como se sabe, están enfocados a beneficiar a los segmentos de menores recursos. Esto es lo que se pretende eliminar.
Que existen áreas que debieran tener una mayor preocupación y empeño del Gobierno, no hay duda alguna. La Educación. Partiendo con más exigencias académicas a los Profesores y dotándolos de una remuneración acorde a la gran responsabilidad que les compete. Mejorando las pésimas condiciones de la infraestructura escolar. Volver la educación a la responsabilidad única del Ministerio de Educación, especialmente por el desastroso desempeño de las Corporaciones Municipales de Educación, al tenor de las comparaciones de resultados de evaluadores nacionales. Estas son falencias que debieran concitar una presión masiva y apolítica de la ciudadanía para corregirlas lo cuanto antes. Es algo que no debe esperar. Lamentablemente el problema de la educación también ha caído en el ámbito de la campaña mediática para impedir que se tome una medida final adecuada. Se nos entregan informaciones tergiversadas, a medias, falsas, tendenciosas con el fin de hacernos pensar que es tremendamente conveniente seguir con el aporte estatal para mantener comercialmente atractivo el negocio de educar.
Si un grupo confesional desea, encuadrados dentro del marco regulatorio estatal, mantener una escuela, liceo, Instituto Técnico, o Universidad, debe tener el derecho a realizarlo. Que dentro de sus enseñanzas también de a conocer y enseñe sus principios religiosos, igualmente debe ser permitido ya que serán los padres quienes decidirán si aceptan o no esta norma particular. Lo que no se puede exigir es que el Estado co-financie este modelo de centro educacional. No tiene asidero que con los impuestos de todos se financie una escuela en que el objetivo basal sea educar en alguna confesión religiosa. La enseñanza financiada por el Estado debe ser laica para dar cabida – sin discriminación alguna - a todas las vertientes filosofo-religiosas que coexisten en el país. Este apoyo económico que el Estado entrega a los sostenedores educacionales, es la madre del cordero para que se lancen acusaciones, se emitan insultos y diatribas entre todos los sectores involucrados en el tema. Y, como está dicho, lo que nos bombardea es tan mañosa y arteramente arreglado, que no trepidamos en tomar un bando sin llegar a analizar el fondo del tema. Pensemos...actuemos. Estamos a tiempo.