Aclaraciones Oportunas Para Tomar Decisiones El Insular 2 marzo 2009

Aclaraciones Oportunas para Tomar Decisiones

La complicada situación económica que estamos viviendo, obliga a obtener el máximo de informaciones que nos permitan tomar decisiones adecuadas para salir airosos en esta crisis. Lo hemos comentado reiteradamente que las conversaciones, averiguaciones y consultas, deben partir en nuestro entorno familiar, continuando con vecinos, compañeros de trabajo, colegas, jefes, empleadores, Consultores y Autoridades.
Igualmente Autoridades, empresarios y empleadores, deben procurar mantener informados de la real situación que enfrentan, ya sea para proporcionar apoyo técnico y/o financiero, en el caso de las Autoridades, como para dar a conocer los problemas y las posibles soluciones que deban tomar, en el corto y mediano plazo, empresarios y empleadores.
El intercambio de informaciones e ideas entre las partes, contribuye a despejar incógnitas, anular rumores mal intencionados y exponer las mutuas inquietudes y discutir ideas de las que debieran salir soluciones para mirar con más confianza el porvenir.
Sin duda alguna que la franqueza y el respeto debe primar en estos intercambios de opiniones. No es tranquilizador para los trabajadores, por ejemplo, planteamientos muy repetidos de que debe existir una mayor flexibilidad laboral para que las empresas tengan más amplitud de maniobra, contratando y finiquitando personal sin mayores exigencias legales o que los sueldos están muy altos y hay que rebajarlos. Sobre el primer punto puede que con empleadores serios y responsables, tenga validez el argumento de flexibilidad laboral. Lamentablemente, por razones que no logramos entender, existe una buena parte de empresarios que usan y abusan de cualquier argumentación para obtener beneficios extras con perjuicio a los trabajadores. Todos conocemos contratos a plazo fijo que no pasan de los once meses, por dar el más socorrido de los ejemplos. Sin duda alguna que una solución podría ser que, en los convenios colectivos, se establecieran normas contractuales que facilitaran una situación que no afectara a los trabajadores y permitiera al empresario tener un abanico más amplio para optar por contrataciones de corto plazo. Es lógico que ese trabajador contratado por un corto período, no pudiera ser reemplazado en el corto tiempo. No puede ser que los trabajadores sean despedidos sin, a lo menos cancelarles sus salarios y todo lo que realmente les corresponde. Es lamentable comprobar la situación de los trabajadores que prestan sus servicios al contratista de la Municipalidad de Ancud, para el aseo y ornato en Villa Chacao. Están, según nos han manifestado, en la más desesperada de las incertidumbres pues no saben quién les responderá por sus dineros. Afortunadamente siendo un contratista con el municipio, sin duda alguna que el Alcalde no permitirá ninguna de estas ilegalidades que se podrían producir con estos modestos trabajadores. Tampoco olvidamos que en el Consejo Municipal, un Consejero tiene una dilatada y reconocida labor en los asuntos legales del trabajo. Tenemos fe que todo se deba a falta de comunicaciones adecuadas y oportuna y esos trabajadores puedan tener tranquilidad. Y así. Conversaciones francas y aterrizadas que no carguen la mano solo a una parte, servirían para cambiar el clima de incertidumbre que está llevando a una psicosis colectiva auto convencimiento que estamos cada día más mal.
Algo que parece que los grandes manejadores y dirigentes empresariales olvidan es que al bajar, el rubro de la construcción, por ejemplo, creando cesantía, acelera un espiral perverso pues esos cesantes dejan de consumir, afectando al comercio y a la industria productora. Podemos decir que las empresas, plantas e industrias no producen, bicicletas, ollas, conservas, quesos, si no simplemente consumidores. Crear cesantía es morderse la propia cola pues se crean familias que no tienen dinero para consumir lo que se fabrica o manufactura. Así de simple.
Es muy similar a lo que ha sucedido con la mal llamada “ropa americana”. Sin duda que, por ser usada, de mala calidad o fabricada en países con trabajadores infantiles o simplemente esclavos disimulados, llegan a un precio inferior a la que se puede fabricar en Chile. Con esto se terminaron las grandes fábricas textiles con miles de trabajadores, industrias de confección, fábricas de zapatos, etc. Hoy nos ponemos burdas y malas imitaciones de zapatillas de marca, simplemente por snobismo y por que los padres no hemos sida capaces de enseñar a nuestros hijos a vestir ropas y zapatos remendados, pero limpios y nacionales. Esto tan simple nos tendría con una crisis bastante menor.

¿Y los Pequeños Productores Lecheros?

Cuesta descifrar los rumbos de la situación que se enfrenta. Una ventana se abrió con la buena idea de los dueños de Chilolac de llamar a una reunión a todos sus proveedores de leche. Ya lo decíamos. Hay que conversar, exponer realidades. Pero algo frustra las buenas intenciones de las partes cuando, por razones económicas que debemos aceptar, pero no compartir, se solicita una mejoría en la calidad de la leche – que es de toda lógica – pero a la vez se rebaja el precio por litro y, algo bastante paradójico, se rebaja también en la pauta, los bonos por mejor calidad de leche (UFC y Cel. Somáticas) y no se fijan los valores por bonificación de leche de invierno. Parece ser que se solicitaba a los proveedores practicaran la auto tortura: “gasten más plata en mantener mas rigurosidad en la ordeña – detergentes, desinfectantes, etc. – y alimenten con mejores pastos y mayor cantidad de concentrado para obtener más leche y con mayor cantidad de sólidos.” Increíble.
Se expuso que el precio del queso, en el país, la competencia lo había llevado a niveles que impedían pagar más por la leche. No podemos dudar de esa aseveración. Solo hay que preguntar, pues las decisiones son de la empresa, ¿Existe una política adecuada de marketeo? ¿Sabe el público consumidor que los quesos Chilolac son con leche natural no reconstituida como lo es el de las plantas que compiten? ¿Qué hay de las ventas al extranjero? Cuando Soprole llegó a la Isla, en los momentos que Chilolac empezaba su fin, ofrecieron mejor precio y muchas garantías y programas de apoyo. Muchas voces se alzaron avizorando que solo se pretendía acelerar la salida del mercado de Chilolac. Así fue, solo que la planta ha seguido funcionando. ¿Qué hacen ahora? Con el poder económico que tienen bajan el precio del queso, obligando con ello a Chilolac a hacer lo mismo. Igualmente bajan el precio al productor, hasta llegar a lo de hoy, en que Soprole paga bastante menos que la planta Chilota. Con esto inducen y tientan a que Chilolac les siga la corriente, rebajando el precio al productor.
Los anuncios demuestran que Chilolac necesita más leche para cumplir sus compromisos. Lamentablemente con la baja del precio por litro, sin dar los montos de bonificación de invierno y bajando las bonificaciones por calidad y sanidad, es muy difícil obtener la leche que requieren. Ese podría ser la estrategia de la competencia. Un buen ejercicio podría ser mejorar las pautas por sanidad y calidad y el precio base por litro. No basta que el precio de Soprole sea inferior, y que la nueva administración haya demostrado responsabilidad en sus cumplimientos con los proveedores. Sin duda los proveedores que se fueron regresarán, no solo por el mejor precio que paga Chilolac, si no también por que pensamos que mejorarán en lo que corresponde con las bonificaciones. Con más leche, la empresa chilota podrá cumplir sus compromisos de venta de sus productos, constituyéndose en un buen síntoma del repunte, por lo menos en la Isla. Tengamos confianza en que la psicosis de la crisis no nos impedirá pensar más y mejor para salir adelante.