¿Soportarán Esta Crísis los Pequeños Agricultores? El Insular 24 Noviembre

A diario nos informamos de los muy variados esfuerzos que hace el Gobierno para apoyar a la PYMES (Pequeñas y Medianas Empresas) dentro de las cuales se encuentran los pequeños agricultores y productores lecheros. Junto con la información aparecen los “canales” por donde debiera llegar el apoyo a las Pymes. Ahí aparecen las primeras derivaciones de los flujos. Fuera del apoyo directo que entregan INDAP y el SAG – que deben hacer grandes esfuerzos para que los menguados dineros que les entregan para administrar, alcancen para quienes lo necesitan – el resto se canaliza por intermedio de los bancos comerciales y empresas vendedoras de insumos agrícolas. Ni mencionar que – principalmente los bancos – reciben excelentes dividendos pues, fuera de percibir una comisión por estas gestiones, mantienen los fondos en sus arcas, lo que les permite, mediante el simple expediente de la tramitación, hacer uso de esos dineros para los demás fines que les son propios y que les significan las feroces e increíbles ganancias que obtienen. En resumen, los aportes del Gobierno benefician, en primer lugar, a los bancos y a las empresas vendedoras de insumos para el pequeño agricultor y el pequeño productor lechero.
Por otra parte estos pequeños productores, fundamentalmente los lecheros, enfrentan una dramática situación por el bajo precio de la leche el que no alcanza a cubrir las inexplicables e insólitas alzas en concentrados, productos veterinarios, semillas forrajeras etc. No olvidemos que las alzas empezaron justamente cuando el precio del dólar se encontraba en su valor real – del orden de los $ 450 – y coincidentemente con una pequeña alza de invierno en el precio pagado por litro por las Plantas Lecheras. Es de recalcar esta extraña coincidencia. Es factible pensar que las empresas productoras y vendedoras de insumo quisieron aprovechar este supuesto “mejor” precio pagado a los productores, para beneficiarse directamente ellos de estos mayores ingresos. En la actualidad los estudios señalan que cualquier plantel lechero con menos de TRESCIENTAS vacas no cubre sus costos. Imaginémonos lo que sucede con ese productor que tiene cuatro o cinco vacas o diez veinte o cincuenta. Sencillamente está perdiendo mucha plata. Para suplir esto se endeuda o, simplemente vende sus animales que tenía para reposición y empieza el corto camino al desastre.
En este escenario, los apoyos del Gobierno, son meros paliativos, pues los planteles pequeños y medianos no cubren sus costos y nada se saca con bonificaciones para mejoramiento de praderas, compra de estanques de frío, equipos de ordeña, galpones, etc.
Más temprano que tarde el mejoramiento en su calidad de leche no le será suficiente para cubrir sus costos, más las deudas contraídas para cubrir lo que debe agregar a la bonificación que le fuera otorgada.
¿Cuál es la causa que no se pueda obtener una ecuación que permita tranquilidad para el pequeño agricultor y productor lechero? Simplemente sincerar la realidad de costos, la realidad de las utilidades de las plantas lecheras. Es insólito que en verano se baje el precio por litro de leche recibido en Planta.
En verano, ¿Baja el precio de la leche fresca al consumidor? ¿Baja el precio de la leche envasada al consumidor? El precio del queso y la mantequilla se mantiene en verano, pese a un menor consumo. El precio internacional del queso funciona a contra temporada de Chile, por lo tanto, se necesita más leche en verano para cubrir las exportaciones. ¿Baja el precio de la leche en polvo, en el verano? Si las plantas tienen exceso de leche adquirida en verano, ¿Qué hacen con esa leche?
El bajar el precio por litro de leche comprada en planta en el verano, no tiene otra justificación que un burdo aprovechamiento del esfuerzo que realiza productor lechero por mejorar sus empastadas, su genética. Hay plantas lecheras que, por volumen o por falta de interés, no tienen equipos evaporadores para producir suero en polvo como también leche en polvo. Estas plantas los sueros producidos, son lo que se conoce como “riles”, o sea desechos industriales. En vez de ser tratados como tales, estos sueros son vendidos y, curiosamente, estamos comprobando una significativa alza en el precio de estos desechos industriales alrededor de un ciento cincuenta por ciento, justamente en época en que se ha bajado el precio de la leche. O sea, el pequeño productor recibe menos por su leche y debe pagar más por retirar un desecho industrial. Estas son las causas por las cuales el pequeño productor agrícola y el lechero están condenados a desaparecer, salvo que reaccione a tiempo y cambie su rubro. Uno que aparece como muy interesante y que empieza a desarrollarse en la isla es la producción de leche de oveja. Sin duda el cambio no es gratis, pero con una buena asesoría profesional puede ser una alternativa. Otra es la producción, a pequeña escala, de quesos especiales, para lo cual, igualmente es necesario contar con una buena asesoría profesional. Al respecto es bueno saber que existen mini plantas elaboradoras de quesos y mantequillas, diseñadas especialmente para producciones diarias desde doscientos litros
Los primeros pasos deben ser dado y muy luego. Con seguridad, CORFO, INDAP, SAG y los consultores reconocidos por estas instituciones estarán ya preocupados de presentar estas tan urgentes y necesarias alternativas.

No olvidemos que la fuerte alza del precio del dólar – increíblemente propiciada por el Gobierno al ceder a las presiones de los exportadores – solo nos traerá más problemas pues, sin reparo alguno, continuarán subiendo el precio de los insumos, y el precio de la leche – que sirve para la elaboración de productos que en su gran mayoría se exportan y reciben una muchísima mayor cantidad de pesos por kilo de queso exportado, continuará en valores que no cubren los costos. Será porque estamos en una isla que impera la ley del mar en donde el pescado más grande se como al más chico. Pensemos, actuemos, ya casi va siendo tarde.