¿Pudimos Refleccionar en Este Período Religioso? El Insular 13 Abril 2009

¿O nos dedicamos a viajar, disfrutar de mariscos y relajo? Lo más probable es que hicimos esto último. Nos olvidamos que es una conmemoración de gran significado para la Cristiandad, especialmente para la Iglesia Católica. Es recogimiento, dolor, meditación. Si no estamos dentro de la Iglesia Católica y no compartimos sus ritos, a lo menos, estimamos, se debería agradecer los días de no trabajo que la conmemoración nos brinda, dedicando algún tiempo a la conversación familiar, a pensar en lo actual y con la experiencia de lo vivido, planificar un futuro.
¿Qué estamos viviendo? ¿Cómo hemos vivido? ¿Qué podemos rescatar de nuestra experiencia de vida para pensar en un mundo mejor? Nos parece que las únicas experiencias que podríamos usar como bases para un mejor futuro, serían las enseñanzas de nuestros padres. Igualmente rescataríamos – los ya bien mayorcitos – esas escuelas con Profesores de una vocación inmensa, de una cariñosa firmeza, verdaderos Quijotes de lustrosos ternos y limpias, pero raídas corbatas. Educación estatal gratuita. Absolutamente laicos y, como tales, tolerantes. Escuelas en que se sentía el “Gobernar es Educar”. Esos Profesores de Liceos que fueran la cuna de la clase media chilena. Que asumían sus idearios políticos con dignidad y que servían de aval en sus clases – hoy tan dejadas de lado – de Educación Cívica en que aprendíamos a conocer nuestros deberes y derechos de ciudadanos. Nos fue fácil planificar nuestros futuros. Teníamos una sociedad que nos permitía llegar a la Universidad si nuestra capacidad lo permitía, sin necesidad de traumar a nuestros padres, por años para, costear nuestros estudios. Se vivían diversidades políticas, pero había un respeto por quienes pensaban diferentes. Había convulsiones laborales, incluso con hechos sangrientos, pero el trabajador avanzaba. Se dictaban leyes que, poco a poco lo iban protegiendo. Las mujeres luchaban y ganaban sus derechos igualitarios. Se progresaba y la diversidad de ideas nos engrandecía.
Era la época que la clase media chilena lograba de los poderes políticos, el engrandecimiento de la Universidad de Chile. La Iglesia Católica desarrolla cada día más con excelencias su Universidad Católica. La Escuela de Artes y Oficios que al igual que las Escuelas Normalistas estaban destinadas a esa pujante clase media, llegaría a transformarse en la Universidad Técnica del Estado, hoy Universidad de Santiago. Se podía pensar en el futuro. Se podía planificar la educación de nuestros hijos.
En nuestros trabajos solo nos bastaba con cumplir adecuadamente nuestras funciones para no vivir en la zozobra de la cesantía. Nuestros sistemas previsionales eran solidarios no individual como lo es ahora.

Y ahora ¿Cómo planificamos el futuro?

Sí. ¿Como planificamos en medios de estos descalabros y descomposiciones éticas y morales? Con poderosos personajes, generalmente ligados a cerrados conglomerados religiosos, como el Opus Dei y Los Legionarios de Cristo que todo lo dominan. Para que no se crea en resentimientos personales, esto se demuestra sabiendo que los más altos responsables del Banco Chile y del Banco BCI, pertenecen al Opus Dei, igualmente que el Presidente de la Asociación de Exportadores. Este último personaje dio una tremenda batalla para que el Gobierno interviniera el precio del dólar - devaluando nuestra moneda – sin considerar para nada que con esto encarecía los combustibles, la importación de remedios y equipos médicos, etc. Todos conocemos la criminal historia del dueño de la Universidad Santo Tomás, profundamente religioso y ligado íntimamente a estas organizaciones. Los colegios más caros y que solo reciben alumnos de su elite, son, igualmente colegios de estos grupos ligados a la Iglesia Católica. ¡Cuánta diferencia con curas realmente cristianos y de una fe inquebrantable! Recordamos al Padre Ronchi y en ese hombre de excepción rendimos nuestro fraterno homenaje a tanto cura que entrega su vida al apostolado de su creencia.
¡Qué decir de los políticos actuales! Simplemente son absolutamente inoperantes. Nos basta mirar en nuestra Provincia. No podemos elegir a ninguno del que podamos decir que sus preocupaciones van más allá que la generación de polémicas, denuncias, demandas, ofertones eleccionarios, etc.
Esta desidia de los parlamentarios, de la cual es también importante responsabilidad del Gobernador, del Intendente, los Alcaldes y los responsables del Servicio de Salud, ha llegado a extremos increíbles y fatales como es la no puesta en marcha de la Cámara Hiperbárica instalada, con altísimo costo en Ancud hace ya bastante tiempo. Hemos leído en El Insular la trágica muerte de un buzo por no estar en operaciones la referida cámara. Es de esperar que las conciencias de todos estos muy bien remunerados personajes, parlamentarios de gobierno y oposición, les remuerda por tanta ineptitud e incapacidad funcionaria.

¿Y los ejemplos de los empresarios privados?

La industria bancaria, después de meses de haber recibido miles de millones de dólares para reactivar la economía, recién y con muchas dificultades, empieza a decir que mejorará sus prestaciones. Claro que después que el Gobierno anunciara que los préstamos con garantía Estatal los podrán efectuar organismos ajenos a los bancos, como las Cajas de Compensación y la Compañías de Seguros. ¡Qué tremendo abuso a vista y paciencia de un consentidor – con los empresarios – Gobierno!
Y para que decir de la sinverguenzura descarada e inmoral de las cadenas de FarMafias. Y siguen los Laboratorios Farmacéuticos que incluso ya se están comprobando sus concomitancias con los traficantes de drogas. Y podemos seguir con los Médicos que entregan sus recetas con estampilla con el nombre del remedio que DEBE comprar el enfermo y otras con las cadenas de FarMafias en donde lo DEBE comprar. ¡ No hay salud ¡

Con todo esto que nos afecta y nos sumerge en un caos de inmoralidades, ¿podemos planificar un futuro basado en la honestidad, el estudio y el trabajo? Pensamos que sí se puede, Es cosa que cada uno de nosotros actúe con honestidad y pensando solo en lo que su conciencia le dicta. No mirar la corrupción como algo a imitar. Tarde o temprano nuestros hijos nos pasarán la cuenta si nuestro comportamiento en la vida no ha sido honesto. Estamos a tiempo. Actuemos simplemente con honradez…simplemente con honradez.